Cuando decidí renovar la encimera de mi cocina, me enfrenté al gran dilema de elegir un granito blanco de buena calidad. Lo primero que hice fue considerar el precio. Me di cuenta de que los precios varían considerablemente, pero uno de los indicativos más claros del estándar de calidad es el costo. Un granito blanco de alta calidad suele rondar entre los 150€ y 300€ por metro cuadrado. Este rango de precios se debe a la pureza del material, la uniformidad del color y la calidad del pulido.
El siguiente paso fue observar las especificaciones técnicas. Tenía que asegurarme de que el grosor del granito fuera de al menos 2 cm. Este es el parámetro mínimo recomendado para evitar fracturas y asegurar una durabilidad óptima. Al visitar varias tiendas de construcción, noté que muchas de las encimeras de gama baja tenían solo 1.5 cm de espesor, lo cual las hace menos resistentes. Así que, si encuentras una pieza con grosor inferior, probablemente no sea de alta calidad.
Uno de los fabricantes más reconocidos, Cosentino, siempre utiliza granito con un grosor de 3 cm o más en sus productos de primera línea. Esta especificación es fundamental porque un mayor grosor no solo proporciona mayor durabilidad sino también resistencia al calor y a los impactos.
La homogeneidad del color es otro aspecto crucial en la evaluación del granito blanco. No quería que mi encimera tuviera manchas o variaciones de color demasiado pronunciadas. Por lo tanto, observé atentamente las piezas de granito disponibles. Las de mejor calidad presentan una apariencia uniforme y homogénea. Los expertos en el sector argumentan que un granito bien seleccionado no tiene grandes vetas o manchas oscuras. Recuerdo claramente un artículo en una revista especializada que mencionaba cómo las piezas uniformes en color y veteado son más apreciadas y, por ende, tienen un valor superior en el mercado.
Me hice la pregunta que todo comprador precavido debe hacerse: ¿Es duradero? Según datos de la National Association of Home Builders, la durabilidad del granito supera los 100 años si se cuida adecuadamente. Este tipo de material puede resistir temperaturas extremas, cortes y arañazos, lo cual es crucial si planeas usarlo en una cocina. También tomé en cuenta la porosidad. El granito de buena calidad debe ser menos poroso, lo cual significa que tendrá menos posibilidades de mancharse al contacto con líquidos como el vino tinto o el aceite. Me aseguré de solicitar una muestra y realizar una prueba de absorción de líquidos. Al ver que la mancha de aceite no se absorbía rápidamente en el granito que estaba considerando, supe que estaba en el camino correcto.
No pude evitar recordar una experiencia de un amigo que invirtió en una encimera de granito sin examinar estas características. A los pocos meses, su superficie comenzó a desmoronarse y aparecieron manchas persistentes. Ese granito en particular había costado solo 70€ por metro cuadrado, un precio que ahora me parece claramente asociado a su baja calidad.
Además del aspecto físico, el origen del granito también importa. Las canteras de granito en Brasil e India son famosas por producir algunos de los mejores granitos del mundo. Investigando un poco más, encontré que los granitos provenientes de Italia también tienen una muy buena reputación, aunque son generalmente más caros debido al prestigio y la demanda. Me aseguré de preguntar al vendedor sobre el origen del granito y constaté que proveían material brasileño, lo cual me dio una mayor confianza en su durabilidad y apariencia.
Por último, consideré la garantía ofrecida por el proveedor. Una garantía sólida, de al menos 10 años, es un buen indicativo de que la empresa confía en la calidad de su producto. Opté por un proveedor que me ofreciera una garantía extensa y que contara con opiniones positivas en diversas plataformas online. La investigación que hice en foros y sitios de reseñas confirmó que, generalmente, los granitos de mayor calidad vienen respaldados por estas garantías.